Que Dios nos agarre confesados

El Dardo en la Palabra

Que Dios nos agarre confesados

Roberto Camps

Que Dios nos agarre confesados deberíamos decir, ante la recurrente actitud del alcalde de Acapulco, de mezclar el ejercicio de gobierno con asuntos de la fe. Una y otra vez, durante las entrevistas que concede a los medios electrónicos, en reuniones con asociaciones civiles, con comerciantes.

Añorve sufre la decepción de llegar al poder en medio de una crisis económica que ha golpeado a su gobierno porque lo encontró con las arcas vacías, con las cifras en la recaudación a la baja, con un disparo en los índices delictivos en la ciudad, una agudización en la crisis de CAPAMA que ha cuadruplicado su deuda, calles invadidas de ambulantes.

 Añorve encara su responsabilidad escapándose por la tangente, invita a la gente a evadirse y acompañarlo en el salto al vacío que implica su actitud ante los problemas.  En vez de dar respuestas sensatas a los problemas que enfrenta, el alcalde invade el terreno de la fe como si gobernar, como si los asuntos públicos no tuviesen que ver con una actitud racional, con la mesura y la sobriedad,  ya no digamos con asuntos tan terrenos como la planeación, la rendición de cuentas, en pocas palabras, con los resultados.

Su gobierno de diez se transfigura en púlpito y pregona dogmas de fe, ejerce el magisterio de la iglesia que se refiere a la función y autoridad de predicar la palabra de Dios, como si para eso le pagáramos. Conversaba hace días con unos amigos priistas que irónicos, se referían a esta actitud del presidente municipal y la comparaban con la ecuanimidad y equilibrio con que se conduce Héctor Astudillo. Añorve creyó que encontraría las carretadas de dinero que tuvo cuando fue interino, recordaban, refiriéndose a los recursos federales y de apoyo internacional que llegaron a Acapulco luego del paso de  Paulina.

 Precandidato del PRI a la gubernatura, Manuel Añorve muestra el temple con que ¿gobernaría? una entidad mucho más compleja que el municipio de Acapulco. Si propende como lo hace hasta ahora, en utilizar ese lenguaje incierto de los sobrenatural y lo místico, se está descartando en la carrera, si no, al tiempo.

“Dios está con mi gobierno y Dios está con todos nosotros, no nos equivoquemos, la gracia del Espíritu Santo está con Acapulco”, dice al alcalde, y yo le preguntaría: ¿deveras?, ¿acaso tuvo una revelación? O son simplemente poses efectistas que buscan disculpa ante la incapacidad de su gobierno de dar respuestas a la demanda de la gente.

Añorve heredó una administración transformada, modernizada, con buenas calificaciones crediticias, con un sistema de gestión de la calidad; hoy los pagos que realiza la Secretaría de Finanzas volvieron a los esquemas del pasado priista del que él fue parte; en materia de seguridad pública recibió un sistema de cámaras de vigilancia que hoy no funciona.

Las vocerías que utiliza para mantener la ilusión que es su gobierno, han maniatado a los noticiarios y han alejado a más de uno de los mismos, hoy la charla versa en lo que se ha dicho en los noticiarios de Joaquín López Dóriga o Pepe Cárdenas, por citar algún ejemplo.  Pero la gente sabe, se da cuenta, a lo largo de  estos meses los reclamos han sido ácidos ante la falta de resultados.

Acapulco está a la deriva, no hay obra pública que resuelva los graves problemas viales de una ciudad congestionada por los vehículos, los agentes de Tránsito solamente aparecieron en los primeros días en los cruceros, después, quién sabe dónde se metieron.

En materia de agua potable, tampoco llegan las soluciones, el proyecto Chapultepec y la opción de El Chorro en Coyuca de Benítez duerme el sueño de los justos, el alcalde lo resuelve con pipas de agua, ¿hasta cuándo?

Añorve es libre de hacer y decir lo que quiera, como cualquiera, pero no debe olvidar que lleva sobre sus hombros la conducción de una ciudad que no votó mayoritariamente por él,  que la tumba de un político es la falta de congruencia y de resultados. Y que ofreció resolver el problema del agua, de la seguridad y el empleo y está obligado a cumplir, aunque sea en algún grado a quienes votaron por él.  Hasta ahora no lo ha hecho. Comentarios: mojojojo_1964@yahoo.com